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COCHES ELÉCTRICOS | LOS RETOS DE LA ASISTENCIA EN CARRETERA

Los coches eléctricos son cada vez más populares en España y en el mundo, gracias a sus ventajas medioambientales y económicas. Sin embargo, estos vehículos también presentan algunos desafíos, especialmente cuando se ven involucrados en accidentes de tráfico. ¿Cómo se trasladan y manipulan los coches eléctricos siniestrados? ¿Qué riesgos y precauciones hay que tener en cuenta?

Los peligros de la batería

Uno de los principales componentes de los coches eléctricos es la batería, que almacena la energía necesaria para su funcionamiento. Estas baterías suelen ser de iones de litio, un material muy inflamable y corrosivo que puede provocar incendios o explosiones si se daña o se sobrecalienta. Además, las baterías de los coches eléctricos tienen un alto voltaje, que puede causar electrocuciones o interferencias con los dispositivos electrónicos.

Estos riesgos se incrementan cuando los coches eléctricos sufren un accidente, ya que la batería puede quedar expuesta, deformada o perforada. Por eso, es necesario que los servicios de emergencia y de asistencia en carretera cuenten con el equipamiento y la formación adecuados para intervenir con seguridad y eficacia.

Las medidas de seguridad

Para evitar o minimizar los daños que pueden causar las baterías de los coches eléctricos, existen una serie de medidas de seguridad que se deben seguir tanto en el lugar del accidente como en el traslado y el almacenamiento de los vehículos siniestrados.

En primer lugar, se debe identificar el tipo de vehículo y su nivel de daño, para saber si se trata de un coche eléctrico y si su batería está comprometida. Para ello, se puede consultar la documentación del vehículo, la etiqueta de identificación que suelen llevar los coches eléctricos o la aplicación móvil que algunos fabricantes ofrecen.

En segundo lugar, se debe desconectar la batería del coche eléctrico, si es posible, para cortar el suministro de energía y reducir el riesgo de incendio o electrocución. Esta operación debe realizarse con guantes aislantes y siguiendo las instrucciones del fabricante, que pueden variar según el modelo y la marca.

En tercer lugar, se debe trasladar el coche eléctrico siniestrado con precaución, evitando movimientos bruscos o impactos que puedan dañar aún más la batería. Para ello, se recomienda utilizar una grúa con plataforma y sujetar el vehículo por las ruedas, sin tocar la carrocería. Además, se debe señalizar el transporte con un distintivo que indique que se trata de un coche eléctrico.

En cuarto lugar, se debe almacenar el coche eléctrico siniestrado en un lugar seguro, alejado de fuentes de calor, chispas o llamas, y con una buena ventilación. Asimismo, se debe controlar la temperatura y el estado de la batería, y estar preparado para actuar en caso de que se produzca un incendio o una fuga. Para ello, se debe disponer de extintores, arena, agua o espuma específicos para apagar el fuego de las baterías de litio.

La necesidad de adaptación

Los coches eléctricos son una realidad cada vez más presente en las carreteras españolas y mundiales, y su tendencia es al alza. Por eso, es necesario que los servicios de emergencia y de asistencia en carretera se adapten a esta nueva realidad, y que cuenten con los recursos y la capacitación necesarios para atender a estos vehículos con seguridad y eficiencia.

Así, se podrá garantizar la protección de las personas, el medio ambiente y el patrimonio, y se podrá contribuir al desarrollo de una movilidad más sostenible y ecológica.

Crónica: Alberto Carrillo / AFPRESS

Fotografías: Foro Coches Eléctricos / Simulación siniestro por Axa