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CINE Y LITERATURA | BETTER DAYS

Película dramática china de 2019, de 138 minutos de duración, cuyo título original es “Shao nian de ni”, basada en la novela “In his youth, in her beauty” de Jiu Yuexi, dirigida por Derek Tsang, con guión de Lam wing-Sum, Li Yuan y Xu Yimeng, música de Varqa Buehrer, fotografía de Fisher Yu, coproducida por Hong Kong y China a través de We Pictures, Tianijn Xiron Entertainment, China Wit Media, Shooting Pictures y Goodfellas Media y protagonizada por Zhou Dongyu, Jackson Yee, Yin Fang, Wu Yue, Huang Jue, Xinyi Zhang, Liu Hua y Ye Zhou entre otros actores.Ha sido nominada al Oscar 2021 a la mejor película internacional, representando a Hong Kong.

ARGUMENTO

La película trata de como en medio de la preparación del duro examen de selectividad chino, llamado Gaokao, la inteligente y tímida Chen Nian es victima de acoso escolar.

LOS PERSONAJES

La película orbita en torno a la brillante intelectualmente pero frágil y vulnerable Chen Nian, a la que la impacta el suicidio de una compañera de clase, objetivo de acoso escolar. La empatía mostrada hacia esta compañera, la convierte en el siguiente objeto de acoso inmisericorde, al que la somete un grupo de chicas, lideradas por Wei Lai, joven procedente de familia adinerada. Nian, integrante de una familia monoparental y desestructurada y además agobiada por problemas económicos, encuentra una válvula de escape en la relación, primero de amistad y más tarde romántica, que establece con el joven buscavidas Liu Beishan, abandonado por su padre y víctima de maltrato por parte de su madre.Chen Nian y Liu Beishan comparten un pasado marcado por carencias afectivas y/o vulnerabilidad económica, que ha lanzado a Liu Beishan a la delincuencia, mientras ha centrado a Chen Nian en la búsqueda del éxito social a través de los estudios.

LO QUE IMPLICA EL ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar comprende cualquier forma de maltrato reiterado(psicológico, físico, verbal y social), ejercido por unos estudiantes hacia otros durante un tiempo, tanto en el aula, como en sus inmediaciones, como a través de internet. El acoso escolar se da en mayor medida en niños y niñas en transición a la adolescencia, cuando aparecen las presiones del mundo adulto, pero todavía no se ha forjado la personalidad adulta, más madura y por consiguiente no se han desarrollado ni la empatía, ni siquiera la hipocresía, ni las buenas maneras, ni el “saber estar”, tan necesarios para la convivencia.

Especialmente son propensos  a ser víctimas de acoso escolar: los niños con síndrome de Down, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, síndrome de Asperger, síndrome de Tourette, obesidad, extrema delgadez, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad, uso de gafas o de aparatos dentales, usan ropa diferente del resto, son nuevos en la escuela, tienen dificultades de integración social etc..Estos pequeños con frecuencia, además de amedrentados por el “matón”, son marginados por el resto de la clase.

Pese a que el agresor en principio no tiene porqué presentar ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, si que sufre algún tipo de psicopatología, destacando la carencia de empatía y alguna forma de distorsión cognitiva, por haberse normalizado la violencia en su entorno(padre violento, haber visto violencia habitualmente, haberse acostumbrado a ella y haber sido víctima de maltrato, haber sido castigado mediante la violencia o la intimidación o resolverse en su casa problemas con violencia, existencia de tensiones matrimoniales de los padres…).Otros factores que inciden en la conducta agresiva del acosador pueden ser: una situación socioeconómica desfavorable, poca organización en el hogar, un padre ausente, una madre ausente, ausencia de valores, de reglas de convivencia, de límites y de sanciones, falta de habilidades sociales, baja autoestima, la influencia de malas amistades, de los tipos de referentes educativos, de los medios de comunicación, de internet o de las redes sociales.De hecho en concreto el 98% de los niños y niñas españoles entre 10 y 15 años usan internet, lo que aumenta el riesgo de sufrir ciberacoso.El acosador también puede haber sido a su vez, acosado.

La ausencia de empatía, en particular, revela la incapacidad del agresor para ponerse en el lugar del acosado y la consecuente insensibilidad al padecimiento de la víctima.

La motivación del acosador es la consecución de un beneficio como poder, status, popularidad, visibilidad, reconocimiento, aceptación. El acosador no detiene su execrable comportamiento, si no hay penalización. El agresor detecta que la víctima potencial carece de redes de amistades que la apoyen y defiendan, por lo que el acosado constituye un blanco fácil.

Algunos alumnos, con instinto gregario se unen al acosador como colaboradores, asumiendo el liderazgo del agresor principal y por tanto la jerarquía de poder que se establece en el aula.

De todas formas el maltrato que tiene lugar del acosador hacia el acosado, no sería posible sin la tolerancia o aquiescencia del resto de grupo de alumnos o sea los observadores pasivos. Es decir que también son responsables los que no hacen nada, ni siquiera informar a las autoridades educativas de los hechos. Con este comportamiento legitiman el acoso y le proporcionan impunidad al acosador.

De acuerdo con diferentes estudios el 10% del acoso escolar es físico y provoca lesiones visibles como heridas y hematomas de distinta gravedad, mientras el 9% del acoso escolar es de naturaleza psicológica, consistiendo en hostigamiento verbal, difamación, creación de rumores, manipulación, intimidaciones, amenazas, coacciones, extorsión, robos, exclusión social, bloqueo social y estigmatización, incluyendo el ciberacoso, que pueden desencadenar insatisfacción, altos niveles de ansiedad, estrés postraumático, histeria, depresión, somatización, ideación suicida, cambios en la personalidad, inseguridad además de fobia a ir al colegio, bajo rendimiento escolar y baja autoestima. Los varones en general padecen violencia física, y las niñas violencia psicológica.

Uno de cada 3 niños en el mundo y 1 de cada 5 en España son víctimas de acoso escolar.

Honk Kong encabeza la lista de porcentajes de acoso, con un 26’1 % de estudiantes que sufren acoso psicológico y un 9’5% que sufren acosos físico. Es seguido por Letonia, República Dominicana, Túnez y Rusia.

Es revelador que el acoso escolar se recrudece en la medida que aumentan la jerarquización, la desigualdad y la competitividad en una sociedad. No es gratuito ni casual que Honk Kong registre el mayor acoso escolar del mundo, ya que se trata de una región ultraliberal, centrada en el puro negocio.

La estrategia para enfrentar el reto del acoso debe ser multidisciplinar, implicando a muchos agentes como la familia, la comunidad educativa, el equipo médico de salud mental, realizando por ejemplo campañas de sensibilización sobre el maltrato infantil, talleres formativos que expliquen a los padres los modelos educativos adecuados, incrementar las medidas de vigilancia a la entrada y a la salida del colegio y en otros lugares donde se pueda producir el acoso, acompañamiento y seguimiento del acosado, pero debe enfocarse en promover el respeto a la diversidad. En este sentido ha sido particularmente exitoso el método finlandés frente al acoso escolar o método kiva, que se centra en actuar especialmente sobre el grupo de alumnos, que sin ser agresores o agredidos, colaboran indirectamente en la violencia, al reír o promover la agresión o negarse a denunciar el acoso escolar por miedo a las represalias. Evitando que los testigos se conviertan en cómplices, el agresor pierde el apoyo del grupo y por consiguiente el poder. El objetivo es evitar la normalización de las situaciones de acoso(que dejen de ser divertidas y que dejen de tolerarse).

SINOPSIS

El maltrato escolar o bullying, pese a su importancia, ha tenido escasa repercusión en el ámbito cinematográfico, con contadas excepciones como “Carrie” de Brian de Palma, “Precious” de Lee Daniels, “Cobardes” de José Corbacho, “Evil” de Mikael Hafström o “Déjame entrar” de Tomas Alfredson.

Esta película se erige en vehículo de denuncia del acoso escolar, revelando el propósito de concienciar y divulgar sobre esta dolorosa situación y de acusar directamente al sistema que lo consiente y perpetúa::el sistema educativo y por qué no decirlo la sociedad en conjunto. Un aparato policial que busca culpables en vez de defender a las víctimas, unas autoridades docentes solo interesadas en los resultados académicos, unos maestros que pierden autoridad, un acoso que se magnifica, extendiéndose de las aulas a la vida privada mediante el ciberacoso, gracias a los avances tecnológicos., unos padres ausentes o que no ponen límites, un sistema económico, el capitalista, que favorece la competitividad en lugar de la colaboración, una sociedad excluyente que discrimina a las personas en razón de su raza, género, orientación sexual, edad, aspecto físico, religión, clase social, presencia de patologías mentales u otras circunstancias, todo ello conforma una amalgama, que constituye el caldo de cultivo del acoso escolar, ya que los niños y adolescentes no son más que el reflejo de la sociedad en la que viven.

Un sistema económico, particularmente, centrado en la productividad, se convierte en una lucha de todos contra todos, transformando al hombre en un lobo para el hombre. La vida se transmuta en una batalla donde la empatía no tiene lugar y donde el fuerte se come al débil, donde literalmente acosas o te acosan.

En conclusión las dinámicas de interacción social del microcosmos de la escuela, no son más que una representación de las dinámicas de interacción social del macrocosmos de la sociedad de “adultos” en la que vivimos, en la que aunque el matonismo no es tan explícito como en el circuito escolar, también existe. Si bien el “matonismo”en la vida adulta adopta formas socialmente aceptadas. Por ejemplo, según diversos estudios psicológicos, hay personas con más necesidad de status, visibilidad y dominio, es decir hay “triunfadores”, o “adaptados”. En lo que respecta al modelo jerárquico social capitalista los “triunfadores” o “adaptados”, ascienden a las capas más altas de la sociedad, se enriquecen y acaparan los recursos disponibles, sin tener en cuenta las necesidades del resto. Otra parte de la población logra colmar sus necesidades básicas y se limita a observar y a tolerar las injusticias. Una masa importante, los “inadaptados” , “perdedores” y marginados, queda retenida en entornos sumamente vulnerables y acaba malviviendo, acuciada por el hambre. Además numerosas personas son discriminadas por razón de su raza, género, orientación sexual, edad, clase social, religión, aspecto físico etc. Hay que repensar si este modelo social es el que queremos legar a las generaciones futuras, pues es el modelo que están aprendiendo y repitiendo los niños y niñas, cuando interactúan entre ellos.

Crónica: Beatriz Recio Inés

TRAILER