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La sonda espacial CHANG’E4 envía las primeras fotografías de «La Cara Oculta de la Luna»

La nave espacial China, Chang’e 4, alcanzó la cara oculta de la Luna a las 10:26 am del 3 de enero en Beijing (el 2 de enero a las 6:26 pm hora del Pacífico), con su sonda aterrizando en el cráter Von Kármán, en el misterioso lugar al otro lado de la luna. La confirmación oficial fue a las 12 p.m. hora local (8 p.m. PT) por el servicio CCTV de los medios estatales chinos.


Cráter de Alunizaje Von Kármán:

NASA/GSFC/Arizona State University

El lugar de alunizaje elegido del Chang’e 4 es el cráter Von Kármán, un antiguo cráter de impacto de unos 186 kilómetros de diámetro.

Primeras panorámicas de la cara oculta de la Luna del Chang’e-4:

El módulo 2Yutu confirman que está operativo:

El Chang’e 4 envió la primera foto de la superficie lunar unas horas más tarde, a través del satélite de reenvío Queqiao (Magpie Bridge), de acuerdo con la red estatal de televisión global de China.

Lanzada el 7 de diciembre, la nave Chang’e 4 contiene un vehículo de aterrizaje lunar y un vehículo de seis ruedas. La nave espacial entró en la órbita lunar el 12 de diciembre, antes de que los preparativos para aterrizar introdujeran la nave espacial en una órbita lunar elíptica, llegando a una distancia de 15 kilómetros de la superficie.

A diferencia de la misión histórica de la NASA a Marte en noviembre y el sobrevuelo del misterioso Ku69 en el Cinturón de Kuiper el día de Año Nuevo, el aterrizaje histórico de China no fue televisado. Las cuentas de redes sociales del gigante chino Weibo informaron que la sonda tocó la superficie lunar alrededor de las 6:26 p.m. hora del Pacífico, pero la confirmación de los informes fue difícil de conseguir. Después de que los tuits de los medios de comunicación estatales chinos, China Daily y China Global Television Network, se abrieran camino, Twitter ardió en comentarios, aunque los tuits se eliminaron rápidamente.

Según Andrew Jones, periodista que informa sobre el programa espacial chino, el descenso de Chang’e 4 requería “cámaras láser de alcance y ópticas para la navegación, la velocidad y la evitación de riesgos generales”. En la práctica, esto significaba que el Chang’e 4 estaba solo cuando tocó superficie.

Para comunicarse con la misión Chang’e 4 en la superficie de la Luna, la agencia espacial china lanzó el satélite de relevo, Queqiao, en una órbita de halo sobre aquel lado de la Luna en mayo. El satélite supera el desafío de las comunicaciones, lo que permite que el módulo de alunizaje y el rover contacten con la Tierra a través de un relevo y envíen así datos científicos.

Tanto el rover como el lander están equipados con un conjunto de instrumentos que permitirán a la agencia espacial china estudiar la geología del cráter Von Kármán. Se cree que el antiguo cráter, que forma parte de una cuenca de 13 kilómetros de profundidad, contiene material proveniente de las profundidades del suelo lunar debido a un impacto en los primeros años de vida de la Luna.

El estudio de este material proporcionaría nuevas perspectivas sobre lo que conforma el interior del satélite. El módulo de aterrizaje también transporta semillas y huevos de gusanos de seda dentro de un contenedor sellado, que servirán para comprobar si las dos formas de vida pueden prosperar en la Luna.

Otros instrumentos, desarrollados por ingenieros suecos y alemanes, permitirán a los robots lunares estudiar mejor el viento solar y sus partículas cargadas que brotan de la atmósfera. Los socios de los Países Bajos y Arabia Saudita también proporcionaron materiales para el estudio útiles.

El último en posarse sobre la Luna fue el predecesor del Chang’e 4, el Chang’e 3, que llegó a un cráter conocido como Mare Imbrium en diciembre de 2013. En enero de 2014, el rover sufrió un fallo mecánico y dejó de transmitir datos en marzo de 2015.

En 2019 habrá varias agencias espaciales internacionales listas para explorar el único satélite natural de la Tierra. La misión del Chang’e 4 está programada para durar un año, pero una misión de exploración lunar posterior, el Chang’e 5, se lanzará hacia finales de 2019. Si tiene éxito, sería la primera misión a la Luna en traer a la Tierra muestras desde el Luna 24, en 1976.

China lanzará la sonda Chang’e-5 a finales de este año para llevar las muestras que se obtendrán de la luna a la Tierra, anunció hoy la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).

La misión Chang’e-4 realizó el primer aterrizaje suave en el otro lado de la luna, y su éxito ha inaugurado la cuarta fase del programa de exploración lunar de China.

“Los expertos aún están discutiendo y verificando la viabilidad de proyectos posteriores a este, pero se confirma que habrá otras tres misiones después de Chang’e-5”, dijo Wu Yanhua, subjefe de la CNSA, en una conferencia de prensa del Consejo de Estado.

Según Wu, la misión Chang’e-6 se diseñará para traer muestras del Polo Sur de la Luna.

“Si la sonda aterrizará en el lado cercano o en el lado lejano de la luna, tomaremos la decisión de acuerdo con el desarrollo de Chang’e-5”, dijo.

La misión Chang’e-7 llevará a cabo estudios exhaustivos alrededor del Polo Sur, que incluyen el estudio del terreno y la forma del relieve, la composición física y el entorno espacial de la región.

La misión Chang’e-8, además de los estudios y experimentos científicos, probará tecnologías clave para sentar las bases para la construcción de una base científica y de investigación en la Luna.

China, los Estados Unidos, Rusia y algunos países europeos quieren probar las tecnologías necesarias para una base lunar de carácter científico.

 “Por ejemplo, ¿podemos construir casas en la luna con suelo lunar usando tecnología de impresión 3D?” Dijo Wu.

“Esperamos que Chang’e-8 ayude a probar algunas tecnologías y explore lo necesario para construir una base lunar conjunta compartida por varios países”, dijo.

También reveló que China enviará una sonda a Marte alrededor de 2020.

Fuentes: Cnet y Xinhuanet

 

Vídeo del Alunizaje:

 

Galería Fotográfica Chang’e-3 y e-4:

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Consideraciones de la Agencia Iberoamericana para la Difución de la Ciencia y la Tecnología (Science Colombia):

Con la misión Chang’e 4 es la primera vez que se explorará el otro lado de Luna, cuya corteza es más gruesa que la del lado visible y es mucho menos contaminada por ondas de radio emitidas desde la Tierra

UN/DICYT Aunque en más de 100 misiones anteriores se había explorado la superficie lunar o se había intentado llegar a ella, “es la primera vez que un vehículo lunar, o Rover, recorrerá el lado lejano de la Luna, o la cara que nunca logra verse desde la Tierra”, destaca el profesor David Tovar, codirector del Grupo de Ciencias Planetarias y Astrobiología de la Universidad Nacional de Colombia (UN).

Al referirse a la misión china, que marca un nuevo hito en la carrera espacial, el docente advierte que como la Luna es un escudo natural de las emisiones de radio que se generan en la Tierra, los estudios para el emplazamiento de instrumentos radioastronómicos serán muy importantes para analizar el espacio profundo.

Agrega que el análisis del comportamiento y la evolución de las estrellas, las galaxias, y el conjunto del universo, tendrían mucho mayor alcance y precisión, además del paso de cometas y astroides, junto con otros planetas y hasta el propio Sol en diferentes frecuencias.

La depresión de Aitken, situada en el Polo Sur lunar, es una cuenca de 2.500 km de diámetro que se extiende a lo largo de casi un cuarto de la Luna, producto de la colisión con un asteroide hace unos 4.500 millones de años, y cuya exploración podría arrojar nuevas luces sobre la conformación del satélite.

“Como en esta zona existe gran cantidad de material correspondiente a las capas internas de la Luna, más específicamente del Manto, se espera contar con nuevos hallazgos respecto a la constitución de la corteza y de su interior”, precisa el docente.

En esta oportunidad también se ha enviado una serie de muestras conformadas por huevos de gusano de seda, semillas de papa y un vegetal del género Arabidopsis, cuyo genoma fue secuenciado por completo con el fin de estudiar lo que ocurrirá en este microecosistema.

La idea es estudiar cómo se desarrollan estos seres vivos durante la fase de Luna nueva, debido a que en ese momento la cara oscura recibe toda la radiación del Sol, a lo largo de 14 días.

Misterios por resolver

A partir de los diversos estudios y análisis geológicos y geofísicos realizados desde que el hombre pisó por primera vez la Luna, hace cerca de 50 años, se estima que el satélite se pudo haber formado a raíz del impacto de un cuerpo de tamaño similar al de Marte contra la Tierra, hace aproximadamente 4.500 millones de años, en el eón geológico conocido como Hadeano.

El material que resultó de este impacto terminó aglutinándose hasta formar la Luna, que a partir de entonces comenzaría a orbitar alrededor de la Tierra.

Sin embargo existen otras hipótesis que plantean la posibilidad de que la Luna hubiera sido capturada gravitacionalmente por la Tierra, lo cual se ha cuestionado porque se ha comprobado que el satélite tiene una tendencia a alejarse.

También se contempla la posibilidad de que la Luna sea el producto de fragmentos que se habrían desprendido de la Tierra durante una época en la que su movimiento de rotación era mucho más rápido y violento.

Interés comercial y científico

Junto con los nuevos horizontes que abrirá esta misión en el campo de la ciencia, también se espera ahondar en el estudio de materiales como el Helio 3, con potencial para ser empleado en actividades industriales, y que es muy abundante en la Luna, pero escaso en la Tierra.

“Se trata de un elemento empleado para generar ‘energías limpias’, a partir de procesos asociados con fusión nuclear, por lo que este es otro campo de interés dentro de los objetivos de la misión”, afirma el profesor Tovar.

Aunque las muestras recolectadas no se enviarán a la Tierra, sí se tiene previsto adelantar análisis geoquímicos junto con levantamientos cartográficos de la superficie lunar, a partir de una serie de recorridos.

Hasta ahora se tiene conocimiento de la presencia de rocas basálticas de origen muy primitivo con alto contenido de hierro, magnesio y titanio, además de materiales producto del impacto de asteroides con la corteza lunar, y de una esférula de colores verdes y rojizos.

Fuente: Dicyt

+INFO: Twiter Chang’E4

Notas de interés: Según el Artículo II del Tratado del Espacio: ‘El Espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrán ser objeto de apropiación nacional”