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Alcaraz: Tengo 15.000 fotografías de la Semana Santa, aunque no soy creyente

ENTREVISTA VERANO

València, 15 jul (EFE).- El conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz (Alicante, 1958), afirma en una entrevista con la Agencia EFE que es un gran aficionado a la Semana Santa desde pequeño y que atesora miles de fotografías sobre esa festividad, y reconoce que el Museo del Prado le hace feliz y que no imagina la vida sin leer, aunque sí sin practicar deporte.

PREGUNTA: ¿De dónde le viene su afición por la Semana Santa?

RESPUESTA: De cuando era niño. Las primeras procesiones que conocí fueron las de Cartagena, donde acudí por razones familiares, y me llamaron mucho la atención. Es una realidad que antropológica, artística e históricamente es rica y potente. Y va más allá de las creencias: yo no soy creyente, pero me parece muy interesante.

También es una buena ocasión para conocer ciudades. Habré estado en aproximadamente más de 50 ciudades de España en Semana Santa. Es perfectamente compatible con visitar monumentos, paisajes o disfrutar de la gastronomía. Para los próximos años me gustaría visitar algunas zonas de Italia.

P: ¿Le gusta coleccionar alguna cosa?

R: En el sentido estricto, no. Mi padre fue un gran coleccionista, tenía miles de Semana Santa perfectamente ordenados, desde los 7 años hasta su muerte, a los 87. Pero otra cuestión son las fotografías de Semana Santa: debo de tener unas 15.000 fotografías, que sí trato de tener ordenadas, porque si no es imposible volver a verlas.

P: ¿Cuántos libros hay en su biblioteca?

R: Debo tener unos 4.500 libros, no imagino mi vida si leer. Probablemente es mi afición más persistente, junto con viajar. Son libros de todos los géneros, aunque los que más conservo son de historia del arte, historia política, antropología, religión, filosofía, algo de poesía y mucha novela negra, que me gusta mucho. Vuelvo reiteradamente a la antología de Branchi y a la poesía de Borges, Machado o Kaváfis.

P: ¿De mayor le gustaría ser director del Museo del Prado?

R: ¡A quién no! El Museo del Prado es un espacio mágico. Cuando era pequeño e iba con mi padre era el lugar por antonomasia de la cultura. Cada vez que lo visito, y lo hago todos los años al menos una vez, sigue siendo un ambiente especial. También tengo un grato recuerdo político: cuando era diputado y portavoz de cultura me encargué de estudiar la situación del Museo del Prado. Allí me siento particularmente feliz.

P: ¿Es de los que se maneja con soltura en la cocina o es un territorio absolutamente ignoto?

R: Absolutamente ignoto. No tengo paciencia para la cocina. Sé apreciar la buena comida, pero no me gusta la excesiva sofisticación. No tengo la paciencia para seguir una receta y, claro, mis inventos no salen como me gustaría. Soy más de abrir latas que de cocinar. Para eso no soy un compañero recomendable.

P: Como alicantino, ¿las Hogueras de San Juan son una cita ineludible?

R: Sí, he estado casi todos los años en las Hogueras, incluso alguno he sido dirigente de las fiestas como miembro de la comisión gestora. También he sido muchos años ‘foguerer’, he dirigido «Llibrets»… He vivido las fiestas de muchas maneras diferentes. Desde hace un tiempo me agobia la parafernalia, el exceso de protocolo y de gasto, y prefiero una fiesta más íntima, con pocos amigos. Sobre todo, me gustan las ‘mascletaes’ y la ‘cremà’.

P: Para usted, ¿la música clásica es un alimento para el alma?

R: Suelo trabajar con música clásica, aunque ahora tenga menos tiempo. Me gusta Bach, por encima de todo. La música antigua o barroca me gusta mucho y también la ópera italiana.

P: ¿Es de los que practica deporte o prefiere verlo desde el salón de su casa?

R: Practicar la verdad es que no, soy un poco negado. Cuando era joven tuve algún contacto con el senderismo, pero desde entonces siempre he sido bastante malo para los deportes. Tampoco soy un gran fanático de verlo en casa, aunque he de reconocer que me fascina ver las etapas del Tour en televisión, quizás porque no sé montar en bicicleta.

P: ¿Está enganchado a alguna serie de televisión o de alguna plataforma?

R- La vida que llevo ahora no me permite estar muy enganchado a series; me gustan algunas, pero no soy ningún fanático. Cuando algo se hace obligatorio, me empieza a molestar. También me gusta ir al cine. Pero tener una vida entre varias ciudades no predispone a tener este tipo de actividades.

P: ¿Es cierto que en la sede de la Conselleria vive un fantasma de los tiempos en que era una clínica de maternidad?

R: Se dice que en la tercera planta, por la noche, a veces se oye algún ruido o se ven sombras de una mujer que murió en el parto que busca a su niño, que también falleció, con un camisón rosa. Es una leyenda, la de la dama de rosa, y no deja de serlo aunque está dotada de cierta elegancia. Pero en el Estado social, democrático y de derecho, no caben los fantasmas.

 

Photograph 1:  El conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz (Alicante, 1958), posa con una foto de Semana Santa. EFE