Los médicos mantienen la huelga nacional en defensa de un Estatuto propio y denuncian condiciones laborales precarias
Este viernes, miles de médicos en toda España han vuelto a salir a la calle en una jornada de huelga nacional convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA). Se trata del segundo paro convocado en menos de cuatro meses, tras el del 13 de junio, en protesta contra el borrador del Ministerio de Sanidad para la reforma del Estatuto Marco que regula las condiciones laborales del personal sanitario.
La protesta ha tenido como escenario principal el Congreso de los Diputados en Madrid, donde se han concentrado cerca de 3.000 facultativos, según cifras de la Policía Nacional. Su mensaje ha sido claro: reclaman un Estatuto Marco propio que contemple las especificidades de la profesión médica, con mejoras en la clasificación profesional, la cotización de las horas de guardia, la conciliación laboral y una reducción real de la carga horaria semanal.
La reivindicación de un Estatuto diferenciado para la profesión médica
Los convocantes defienden que la labor de los médicos no es comparable a la de otras categorías profesionales dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que implica una responsabilidad directa en la vida y la salud de los pacientes. En este sentido, reclaman un marco regulador propio que reconozca su formación, sus competencias y la complejidad de su trabajo.
“Queremos dejar de hacer turnos extenuantes de 17 o 24 horas, pagados a menos que la hora ordinaria y obligatorios hasta los 55 años en la mayoría de comunidades”, denunció la secretaria general de AMYTS, Ángela Hernández, durante la protesta frente al Congreso. Su exigencia es que las horas de guardia se equiparen a las horas extraordinarias del Estatuto de los Trabajadores, un derecho ya reconocido en muchos países europeos.
Otros médicos, como Carmen Truyols, especialista en Anestesiología, subrayan que la situación es desalentadora: “En España se piden mejoras laborales para todos, menos para los médicos. Nosotros debemos hacer cinco años de especialización, guardias interminables de 24 horas y cumplir 48 horas semanales. La presión es insostenible”.
Desde el ámbito joven, María, residente en Aparato Digestivo en el Hospital Gregorio Marañón, expresó a EFE su frustración y tristeza: “La ministra nos prometió acabar con las guardias de 24 horas, sabiendo lo peligrosas que son tanto para pacientes como para médicos. Hoy nos sentimos abandonados y poco escuchados”.
El respaldo de las organizaciones profesionales
Las reclamaciones cuentan con el apoyo del Foro de la Profesión Médica y de la Organización Médica Colegial (OMC). Esta última ha recordado que el sistema sanitario español debe gran parte de su eficiencia a la sobrecarga laboral de los médicos, a sus bajas retribuciones y a la pérdida progresiva de derechos laborales. La OMC advierte que, sin un marco justo y adaptado, se corre el riesgo de no poder retener el talento en el SNS y de acelerar la fuga de profesionales al extranjero.
La reivindicación se centra no solo en mejorar las condiciones actuales, sino también en garantizar la sostenibilidad de la atención médica en el futuro. “La única manera de atraer y retener facultativos es con una normativa justa que asegure excelencia profesional y equidad en la atención”, señalan desde la organización colegial.
La postura del Ministerio de Sanidad
Por su parte, la ministra Mónica García ha reconocido el “malestar acumulado” de los médicos tras años de sobrecarga, fruto de un Estatuto Marco que lleva más de dos décadas sin actualizarse. No obstante, defiende que la reforma planteada por su Ministerio busca precisamente reducir la precariedad, acabar con las guardias de 24 horas y modernizar el sistema para hacerlo más equitativo y seguro.
Fuentes de Sanidad recuerdan que la reforma no solo beneficia a los médicos, sino a todo el personal sanitario, e insisten en que un Estatuto específico para los facultativos sería “inaceptable” porque rompería la cohesión del sistema público. “En el sector público no existen estatutos por categoría, sino normas generales con secciones específicas. Ese es el modelo más justo y eficaz para evitar corporativismos y garantizar la cohesión de la sanidad pública”, remarcan.
El Ministerio también ha señalado que el proceso de negociación se encuentra abierto a las comunidades autónomas, responsables de gran parte de la gestión en personal y retribuciones, y que el objetivo final es lograr el mayor consenso posible antes de aprobar la reforma.
Un conflicto aún abierto
La jornada de huelga evidencia que la negociación se encuentra en un punto crítico. Mientras los sindicatos médicos insisten en que sus condiciones son insostenibles, Sanidad defiende que su propuesta es la mejor vía para modernizar el sistema sin fracturar la unidad del SNS.
La protesta de este viernes, con miles de médicos manifestándose en toda España y concentraciones paralelas en diferentes comunidades, refleja la gravedad de la situación. El conflicto sigue abierto y sin acuerdo inmediato, y todo apunta a que, de no alcanzarse avances en la negociación, los paros podrían repetirse en las próximas semanas.
