Una tortuga boba desova 79 huevos en Arenales del Sol y podría volver a la costa alicantina
Setenta huevos han sido reubicados en el nido artificial del Carabassí y el resto se han enviado al Oceanogràfic de Valencia. La tortuga lleva rastreador satelital para seguir sus movimientos
Alicante, 4 de julio de 2025. Un nuevo caso de desove de tortuga boba (Caretta caretta) ha tenido lugar en la provincia de Alicante, concretamente en la playa de Arenales del Sol, perteneciente al término municipal de Elche. El acontecimiento se registró durante la pasada madrugada, cuando un grupo de jóvenes que se encontraban en la zona alertaron al servicio de emergencias 112 al detectar la presencia del animal en plena puesta.
Gracias a su rápida actuación, los equipos especializados en fauna marina pudieron intervenir en el momento preciso y realizar un seguimiento completo del ejemplar. La tortuga depositó un total de 79 huevos, de los cuales 70 han sido trasladados a un nido artificial protegido en la cercana playa del Carabassí, también en el litoral ilicitano. Los nueve huevos restantes han sido enviados a las instalaciones del Oceanogràfic de Valencia, donde serán incubados en condiciones óptimas de conservación.
Durante la intervención, los especialistas realizaron una ecografía al animal, que reveló que aún alberga más huevos en su interior, lo que indica una alta probabilidad de que regrese a desovar en los próximos días o semanas. Por ello, se le ha colocado un dispositivo de rastreo satelital, que permitirá seguir su ubicación y anticipar una nueva posible puesta en la costa alicantina.
Este tipo de sucesos están aumentando en el Mediterráneo español, especialmente en la Comunidad Valenciana, debido en parte al cambio climático y al calentamiento de las aguas, que modifican los hábitos reproductivos de las especies marinas. Aunque la Caretta caretta es habitual en estas aguas, las puestas en playas españolas eran poco comunes hasta hace algunos años.
El avistamiento y la actuación posterior forman parte de los protocolos regionales de conservación de tortugas marinas, que integran el trabajo coordinado de instituciones científicas, cuerpos de emergencia y centros especializados como el Oceanogràfic. En este contexto, las playas del sur de la provincia, como Arenales del Sol y Carabassí, se han convertido en enclaves clave para proteger y facilitar la reproducción de esta especie catalogada como vulnerable.