El Apagón deja sin luz a toda la Península Ibérica y paraliza Elche durante horas

El corte afectó a millones de personas en España y Portugal; Elche vivió una jornada festiva marcada por la falta de electricidad, la suspensión del transporte y el aplazamiento de celebraciones tradicionales.

El lunes 28 de abril de 2025, poco después del mediodía, la península ibérica sufrió un apagón eléctrico sin precedentes que dejó a millones de personas sin suministro. España y Portugal vivieron una jornada histórica, con el colapso de infraestructuras clave, servicios básicos interrumpidos y una paralización casi total de la actividad económica y social.

Según datos oficiales, a las 12:33 se produjo una caída súbita de 15 gigavatios (cerca del 60% del consumo energético en ese instante). El fenómeno, registrado en menos de cinco segundos, desconectó el sistema eléctrico ibérico del europeo, provocando una reacción en cadena que dejó sin energía a toda la Península, con excepción de las islas y las ciudades autónomas. También se vieron afectadas brevemente zonas del País Vasco francés.

El origen más probable del colapso se encuentra en una oscilación anómala en líneas de muy alta tensión, fenómeno atribuido a una «vibración atmosférica inducida», asociada a bruscos cambios térmicos. Las autoridades han descartado por ahora un ciberataque.

El corte afectó gravemente al transporte y las comunicaciones: toda la red ferroviaria quedó paralizada —incluidos trenes AVE, cercanías y metro— y en varias ciudades se produjo caos circulatorio por la caída de los semáforos. Aeropuertos como los de Madrid y Barcelona sufrieron cancelaciones y demoras por la caída de sus sistemas operativos.

Recuperación progresiva durante la madrugada

La recuperación del suministro fue gradual. A las 4:00 de la madrugada del día 29 se había restablecido el 87,37% de la red eléctrica y, hacia la medianoche, prácticamente toda la península volvía a tener luz.

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Impacto en Elche: una ciudad a oscuras en pleno día festivo

La ciudad de Elche (Alicante), que celebraba ese día la festividad local de San Vicente Ferrer, quedó completamente a oscuras desde el mediodía hasta bien entrada la noche. El alcalde calificó la jornada como “complicada” e instó a los vecinos a permanecer en casa ante la falta de alumbrado público. Algunos barrios sufrieron cortes en el suministro de agua debido a la pérdida de presión en zonas elevadas, y los semáforos dejaron de funcionar, complicando el tráfico rodado.

La Policía Local activó protocolos de emergencia para garantizar la seguridad urbana ante la inoperatividad de servicios básicos como la iluminación, las telecomunicaciones y los cajeros automáticos.

Hospitales funcionando con generadores

Los hospitales General Universitario de Elche y Vinalopó mantuvieron operativos sus servicios esenciales gracias a grupos electrógenos. Tanto quirófanos como urgencias y unidades de cuidados intensivos funcionaron con normalidad, aunque se suspendieron intervenciones no urgentes y se limitó la actividad ambulatoria. El Ministerio de Sanidad confirmó que no se registraron incidencias graves.

Colapso en el transporte público

La estación de autobuses de Elche quedó sin servicio eléctrico, lo que provocó la suspensión de todas las salidas interurbanas. El transporte urbano también fue detenido, ya que la falta de semáforos suponía un riesgo para la circulación. El tren de cercanías Alicante–Elche y la línea AVE desde la estación de Matola quedaron paralizados. Adif mantuvo las estaciones abiertas como refugio para los viajeros, pero ningún convoy circuló durante el apagón.

El aeropuerto evitó el caos total

El aeropuerto de Alicante-Elche logró mantener sus operaciones básicas gracias a generadores de respaldo. Aunque hubo retrasos en vuelos nacionales por la falta de luz en otras terminales del país, el aeródromo ilicitano evitó incidentes graves y logró reanudar gradualmente su operativa aérea.

Comercios cerrados y pérdidas económicas

El apagón coincidió con un festivo local, lo que redujo en parte la actividad comercial. Sin embargo, muchos establecimientos que habían abierto sus puertas —bares, supermercados, pequeños comercios— tuvieron que cerrar de forma abrupta por la imposibilidad de utilizar cajas registradoras, sistemas de pago o refrigeración. Las pérdidas económicas fueron notables en sectores como la restauración y el comercio minorista.

Fiestas suspendidas en Perleta y Maitino

Las pedanías ilicitanas de Perleta y Maitino, que celebraban ese día sus fiestas patronales, suspendieron todas las actividades previstas, incluidas procesiones, castillos de fuegos y juegos infantiles. El Ayuntamiento de Elche anunció el aplazamiento de los eventos hasta nueva fecha, siguiendo la tónica de otras localidades como Sant Vicent del Raspeig o Alcoy, que también cancelaron sus celebraciones.

250428 DECRETO Alcaldía - Suspensión de Clases (1)

Fotografías: OpenAi