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No más despertares nocturnos por ganas de orinar gracias a estos métodos respaldados por la ciencia

Despertarse durante la noche para orinar, conocido como nocturia, es una condición que afecta a muchas personas y puede deteriorar significativamente la calidad del sueño y la salud general. Afortunadamente, existen estrategias respaldadas por la ciencia que pueden ayudar a reducir o eliminar este problema.​

  1. Reducir la ingesta de líquidos en las horas previas al sueño

Beber grandes cantidades de líquidos antes de acostarse puede aumentar la necesidad de orinar durante la noche. Se recomienda distribuir la ingesta de líquidos a lo largo del día y reducirla progresivamente después de las 18:00 horas. Además, es aconsejable evitar el consumo de bebidas con cafeína y alcohol en la tarde y noche, ya que son diuréticos naturales que estimulan la producción de orina.​

  1. Evitar alimentos y bebidas que irritan la vejiga

Ciertos alimentos y bebidas pueden irritar la vejiga y aumentar la urgencia urinaria. Entre ellos se encuentran:​ Bebidas con cafeína (café, té, refrescos de cola), Alcohol, Bebidas carbonatadas, Chocolate, Alimentos picantes​

Limitar o evitar estos irritantes, especialmente en las horas previas al sueño, puede ayudar a reducir las interrupciones nocturnas para orinar.​

  1. Practicar el entrenamiento de la vejiga

El entrenamiento de la vejiga consiste en programar y espaciar las visitas al baño durante el día para aumentar la capacidad de retención urinaria. Este método ayuda a reducir la frecuencia urinaria y puede ser efectivo para disminuir los episodios de nocturia.​

  1. Consultar con un profesional de la salud

Si la nocturia persiste a pesar de implementar estos cambios, es importante consultar a un médico. La nocturia puede ser síntoma de condiciones médicas subyacentes como: Diabetes, Infecciones del tracto urinario, Apnea obstructiva del sueño, Hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata), Insuficiencia cardíaca​

Un profesional de la salud puede realizar una evaluación adecuada y recomendar tratamientos específicos según la causa identificada.​

Implementar estos cambios puede contribuir significativamente a mejorar la calidad del sueño y, en consecuencia, la calidad de vida.​

Fotografías: OpenAi