Elche rinde homenaje a sus ilicitanos ausentes en un emotivo acto en el Salón de Plenos

El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Elche ha sido el escenario de una emotiva ceremonia dedicada a los ilicitanos ausentes, una de las citas más significativas dentro de las Fiestas de la Venida de la Virgen 2024. Este acto anual busca honrar a aquellos nacidos en Elche que residen fuera de la ciudad, reconociendo su vinculación y su contribución como embajadores de la cultura ilicitana.

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, acompañado por Fina Mari Román, presidenta de la Sociedad Venida de la Virgen; Inma Mora, edil de Festejos; y el Consiliario Antonio Jesús Andújar, recibió a una treintena de ilicitanos que retornaron a su tierra natal para participar en este evento. En un gesto cargado de simbolismo, cada uno de ellos recibió una cesta de dátiles, representativa de la tradición local y de las raíces que los unen a su ciudad.

Entre los homenajeados, Francisco Orts Serrano, destacado neonatólogo con una amplia trayectoria profesional en Alicante, fue nombrado ilicitano ausente distinguido. En su discurso, Orts enfatizó la importancia de mantener vivo el vínculo con la ciudad que lo vio nacer: “Yo tengo a Elche muy presente siempre, estando en cualquier parte del mundo. Ausente mi cuerpo, mis sentimientos y alma siempre en Elche”. Junto a él, Pascual Segarra Sánchez también fue reconocido como ilicitano honorífico, y María Dolores Mulá Hernández fue distinguida como ilicitana de adopción, destacando por su contribución al municipio.

El alcalde, Pablo Ruz, dirigió unas palabras finales a los asistentes, resaltando el valor de este acto como reflejo de la unidad y el orgullo local: “Elche es vuestra casa y siempre tiene un sitio en el corazón para los ilicitanos”. Además, agradeció a los homenajeados su labor como embajadores de Elche en otros lugares del mundo.

El acto también sirvió para reconocer a otros 27 ilicitanos ausentes, entre ellos Victoria Ferrández Boix, Elena Alvear Boix y David Peral Sánchez, quienes recibieron también el cariño de su ciudad natal. Este evento marca un preludio entrañable a las celebraciones de la Venida de la Virgen, reafirmando el compromiso de Elche con su comunidad global.