Soportújar, el pueblo donde la brujería y la belleza de Sierra Nevada cautivan
Soportújar, situado en plena Alpujarra granadina, se ha convertido en un punto de interés tanto por su entorno natural como por las fascinantes historias que giran en torno a su pasado. Este pequeño municipio, con apenas 300 habitantes, se encuentra integrado en el Parque Nacional de Sierra Nevada, lo que le otorga un clima privilegiado y una biodiversidad impresionante. Rodeado por municipios como Cáñar, Carataunas, Pampaneira, Bubión y Lanjarón, Soportújar ofrece a sus visitantes un paisaje montañoso atravesado por el río Chico, que añade frescor y belleza al entorno.
Un pueblo marcado por la historia y las brujas
El nombre de Soportújar, que significa «soportales», hace referencia a las estructuras arquitectónicas tradicionales que todavía se pueden encontrar en las calles del pueblo. Fundado en tiempos moriscos, su historia se remonta a siglos de riqueza cultural. Tras la expulsión de los moriscos en el siglo XVI, el municipio fue repoblado por cristianos del norte de España, pero su aislamiento geográfico lo hizo ideal para que las leyendas de brujería se arraigaran. A lo largo de los siglos, estas historias de brujas han sido parte del imaginario colectivo del pueblo, y hoy en día Soportújar abraza este legado.
Uno de los mayores atractivos turísticos del municipio es su relación con la brujería. Las leyendas locales narran cómo las brujas realizaban reuniones secretas en las montañas, un misterio que ha perdurado en el tiempo. Actualmente, los turistas pueden explorar estos relatos a través de monumentos y puntos de interés como la Cueva del Ojo de la Bruja y el Mirador del Embrujo, sitios dedicados a estas tradiciones mágicas. La rica historia de Soportújar se fusiona con su oferta turística, lo que lo convierte en un destino único.
Un paraíso natural en la Alpujarra
Además de sus misteriosas leyendas, Soportújar ofrece a los amantes de la naturaleza un entorno excepcional. Como parte del Parque Nacional de Sierra Nevada, el municipio cuenta con una impresionante biodiversidad y paisajes que invitan al senderismo y a la observación de aves. Los visitantes pueden disfrutar de rutas a pie por los senderos de la sierra, admirando las vistas panorámicas de la Alpujarra y la flora que rodea la zona. El río Chico, que atraviesa el municipio, añade un toque de serenidad al paisaje, con sus aguas cristalinas y sus márgenes ideales para disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Tradiciones que perduran
A lo largo del año, Soportújar celebra una serie de festividades que combinan la tradición local con el misterioso folclore de la brujería. Entre ellas destacan las fiestas patronales en honor a San Roque, que se celebran en agosto, y las fiestas del Embrujo, que conmemoran las leyendas de hechicería del pueblo. Estas festividades incluyen desfiles, rituales simbólicos y actividades temáticas que no solo atraen a turistas, sino que también mantienen vivas las costumbres del pueblo.
Las fiestas de San Roque y del Embrujo convierten a Soportújar en un destino vibrante durante el verano, atrayendo a visitantes que desean experimentar la magia de estas celebraciones únicas. Durante estas fechas, el pueblo cobra vida con espectáculos, mercados y eventos culturales que resaltan la singularidad de Soportújar y su mística.
Accesibilidad y datos prácticos
Soportújar se encuentra a 940 metros sobre el nivel del mar, lo que le proporciona un clima agradable en verano y paisajes nevados en invierno. Su acceso es sencillo desde la ciudad de Granada, a solo unos 50 kilómetros en coche, lo que hace de este municipio una excelente opción para aquellos que desean explorar la Alpujarra o disfrutar de una escapada rural.
Este pequeño pueblo ha sabido mantener su esencia intacta, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única en un entorno lleno de historia, naturaleza y misterio. Soportújar es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, pero donde las leyendas continúan vivas, y la naturaleza invita a disfrutar de la tranquilidad.
LOCALIZACIÓN: SOPORTÚJAR
Cronica y fotos.: Paco Ciclón / AFPRESS